CBG PARQUES FOTOVOLTAICOS

Energías renovables, paneles solares, techos y parques fotovoltaicos

La energía del futuro

El modelo energético actual se basa principalmente en el consumo de combustibles fósiles. La superviviencia de este modelo energético, implantado a principios del pasado siglo XX, es más que dudosa, debido al encarecimiento y agotamiento progresivo de las reservas de petroleo, carbon y gas natural (estos recursos podrían agotarse totalmente antes del final del presente siglo), y, al mismo tiempo, sumamente perjudicial para el planeta, por el incremento de emisiones de gases de efecto invernadero asociados al calentamiento global.

Actualmente, más del 95% de la energía que se consume en el mundo proviene de combustibles fósiles, tales como el carbón (más de un 30%), el gas natural (más de un 15%) y el petroleo (un 40% aproximadamente). Según los expertos, hay reservas de gas natural tan sólo para unos 60 años, y las de petroleo unicamente durarán unos 40 años más.

Es obvio que la Humanidad tendrá que empezar a utilizar masivamente y desarrollar opciones para generar otro tipo de energías ajenas a los combustibles fósiles. Se debe ir reduciendo progresivamente la dependencia de los combustibles sólidos, esos recursos escasos y contaminantes. Más tarde o más temprano (pero cuanto antes, mejor), la Humanidad deberá dejar de utilizar los combustibles fósiles como su principal fuente de energía primaria y sustituirla por energías más seguras, más abundantes, menos contaminantes y, en definitiva, menos perjudiciales para el medio ambiente y más beneficiosas para la Humanidad.

Una de las energías del futuro es, sin duda, la energía solar. Es una energía renovable, inagotable, limpia y respetuosa con la naturaleza y el medio ambiente (por eso también se incluye dentro de las denominadas energías verdes). A través de colectores solares, la radiación solar se puede utilizar para calentar agua, y también se puede transformar en energía eléctrica mediante modulos o paneles fotovoltaicos, instalables en techos de viviendas o naves industriales o bien en los denominados huertos, solares o parques fotovoltaicos.

La producción de energías verdes, y concretamente, la de energía fotovoltaica, va en aumento no sólo por los actuales y los previsibles avances tecnológicos sino también por claros compromisos políticos. Por ejemplo, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España está intentando que las energías verdes lleguen a producir más de 80.000 MW que puedan cubrir más del 40% de la demanda eléctrica antes del año 2030. Se están fomentando medidas para conseguir que las energías renovables cubran más de un 10% de la demanda de energía eléctrica antes del año 2010, y un 20% antes del año 2020.

Tal y como se dice en la 'Guia Solar' de Greenpeace, una instalación solar fotovoltaica puede situarse casi en cualquier lugar y en instalaciones de diferente tamaño. Se trata de una tecnología renovable de generación de electricidad fácilmente instalable y cuya producción puede distribuirse directamente en los puntos de consumo de nuestros pueblos y ciudades, donde y cuando se consume la mayoría de la electricidad del país. De esta forma, cualquier edificio puede convertirse en una pequeña central generadora de electricidad.

La energía que nos regala el Sol es limpia, renovable y abundantísima: la cantidad que recibe la Tierra en 30 minutos es equivalente a toda la energía eléctrica consumida por la humanidad en un año. Sería absurdo que en España no se aprovechara la energía solar para calentar agua o para producir energía eléctrica, un tipo de energía renovable y limpia, es decir, energía verde.

La instalación de energía solar fotovoltaica en lugares que disponen de una conexión a la red eléctrica es ya una realidad. La energía solar fotovoltaica conectada a la red puede ser instalada en viviendas, centros de enseñanza, hospitales, edificios de la Administración, fábricas, aparcamientos, techos de naves industriales, centros comerciales o terrenos especificamente destinados a convertirse en parques fotovoltaicos.

Según la prestigiosa firma de consultoria Arthur D. Little, "en un entorno de creciente dependencia energética, elevados precios de combustibles fósiles y emisiones por encima de las comprometidas con nuestros socios europeos, las renovables en general, y la solar fotovoltaica en particular deberán jugar un papel fundamental en la cobertura de la demanda eléctrica de España".

En el informe estratégico elaborado por Arthur D. Life, a petición de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) y de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), se llega a la concusion de que "a medio y largo plazo la energía solar fotovoltaica debería jugar un papel significativo en la cobertura de la demanda eléctrica en España. El modelo actual de cobertura no es sostenible, ya que a medio y largo plazo implicaría unas emisiones de gases de efecto invernadero muy por encima de las comprometidas por nuestro país a nivel internacional y un aumento de la ya elevada dependencia energética. La solar fotovoltaica, con un potencial de desarrollo casi ilimitado en nuestro país y un fuerte apoyo social que facilita su despliegue, deberá contribuir de manera significativa a la cobertura".

Una instalación de tecnología fotovoltaica se caracteriza por su simplicidad, silencio, larga duración, por requerir muy poco mantenimiento y por su enorme fiabilidad. Las posibilidades de utilización de la energía solar fotovoltaica son muy variadas y amplias, con enormes y necesarios beneficios medioambientales, sociales y económicos. La energía solar fotovoltaica es, sin duda, una de las energías del futuro.